
ÁNGELES CUSTODIOS
Ángel de mi Guarda. dulce compañía…
«Sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos»

La existencia de los ángeles«es una verdad de fe. El testimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradición» (Catecismo de la Iglesia, n. 328).. Ya de niño, mi madre me lo recordaba cada mañana al ir a la escuela. Él, (mi), ángel de la guarda ha guiado todos mis pasos hasta conducirme al servicio que ahora presto a la Iglesia y a Dios por medio de mis hermanos. De nuevo, respecto a este tema, el Catecismo enseña: «Desde su comienzo hasta la muerte, la vida humana está rodeada de su custodia y de su intercesión. ‘Nadie podrá negar que cada fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducir su vida’ (San Basilio)» (n. 336).
San Josemaría recomendaba no solamente tenerles devoción, sino también amistad: «Ten confianza con tu Ángel Custodio. – Trátalo como un entrañable amigo, ya que lo es, y él sabráhacerte mil servicios en los asuntos ordinarios de cada día».
Con frecuencia le pido ayuda a mi Ángel de la Guarda y nunca me ha desatendido: «Te pasmas porque tu Ángel Custodio te ha hecho servicios patentes. —Y no debías pasmarte: para eso le colocó el Señor junto a ti». Y cuando voy por la calle a veces pienso: Éste quizá no sabe que tiene cerca un ángel. ¡Ángel, ayúdale! Es otra cosa aprendida también de san Josemaría quien decía: «Acostúmbrate a encomendar a cada una de las personas que tratas a su Ángel Custodio».
Que nunca nos falten ocasiones para agradecer a Dios por los Ángeles Custodios que nos designó para nuestra permanencia en esta vida terrenal, y también, agradezcámosle por la vida, por la familia, por el amor y por tantas otras cosas que siempre nos regala. AMEN