BAUTIZADOS DE HOY: ¿EN QUÉ MOMENTOS ABANDONAN SU BARCA?
Evangelio (Lc 5,1-11):
Comentario: basado principalmente en evangeli.net
Hasta hoy día, todavía nos resulta sorprendente saber cómo aquellos pescadores fueron capaces de dejar su trabajo, sus familias, y seguir a Jesús «Dejándolo todo,
le siguieron»: Lc 5,11), precisamente cuando Éste trabajo se manifiesta ante
ellos como un colaborador excepcional para el negocio que les proporciona el
sustento. Si Jesús de Nazaret nos hiciera la propuesta a nosotros, en este siglo
XXI…, ¿tendríamos el coraje de aquellos hombres?; ¿seríamos capaces de intuir cuál es la verdadera ganancia?
le siguieron»: Lc 5,11), precisamente cuando Éste trabajo se manifiesta ante
ellos como un colaborador excepcional para el negocio que les proporciona el
sustento. Si Jesús de Nazaret nos hiciera la propuesta a nosotros, en este siglo
XXI…, ¿tendríamos el coraje de aquellos hombres?; ¿seríamos capaces de intuir cuál es la verdadera ganancia?
Los cristianos creemos que Cristo es eterno y presente; por lo tanto, ese Cristo que está resucitado nos pide, no ya a Pedro, a Juan o a Santiago, sino a José, a José Manuel, a Paula, en resumen, a todos y cada uno de quienes le confesamos como el Señor, nos pide desde el texto de Lucas que le acojamos en la barca de nuestra vida, porque quiere descansar junto a nosotros.
Nos pideque le dejemos servirse de nosotros, que le permitamos mostrar hacia dónde orientar nuestra existencia para ser fecundos en medio de una sociedad cada vez más alejada y necesitada de la Buena Noticia. La propuesta es atrayente, sólo nos hace falta saber y querer despojarnos de nuestros miedos, de nuestros “qué dirán” y poner rumbo a aguas más profundas, o lo que es lo mismo, a horizontes más lejanos de aquellos que nos obligan a salir de nuestra mediocre cotidianeidad de zozobras y desánimos.
«Quien tropieza en el camino, por poco que avance, algo se acerca al término; quien corre fuera de él, cuanto más corra más se aleja del término» (Santo Tomás de Aquino).
. Cristo conoce bien en que caleta queremos estacionarnos, de nosotros depende: donde hacerlo, o en el puerto de nuestro egoísmo, o hacia sus horizontes.
Madre querida, muéstranos a tu amado hijo, para que Él nos lleve al mejor y más bueno de los puertos que ya nos tiene preparado desde siempre y para siempre. AMEN
Gentileza: Rafael Guidotti I. Talcahuano.-