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SUEÑO, DESTINO Y DESPERTAR

SUEÑO, DESTINO Y DESPERTAR

A 12 soles del primer mes del 2021, fui arrebatado de mi palacio para salvarme. En un Centro de Salud me durmieron y pronto en supersónico alado me llevaron en sueño a otro lugar, totalizando más de 800 horas.

En algún momento de mi dormir, alguien, algo, me transportó a una montaña nevada. Allí, mi noche se hizo blanca y mi alma dispuesta.

Habían instalado un altar, para no sé qué ceremonial.

De distintos caminos y senderos muchos humanos empezaron a ubicarse en multiformas corporales.Sonreían entre sí. Algunos abrazados Los más, solitarios como buscando algo o alguien No recitaban no cantaban. La mayoría con murmullos entonaban sublimes melodías. Algunos taciturnos, otros pusilánimes.

Algunos con tenidas de etiqueta Otros vestían informales. Lejos del altar, tal vez avergonzados, grupos con harapos vestían. Algunos, delante de las bancas sobre el suelo en posición gitana o yoga Unos y otros de improviso, se detenían o seguían caminando en distintas direcciones, finalmente al firmamento fijaban sus miradas.

No había sitiales para seguramente celebrantes Sólo rústicas asientos de paja. En un costado, al parecer, quien presidería

Al centro concelebrantes, y a ambos costados monaguillos vestidos con túnicas de arpillera.

Al parecer, expectantes, se esperaba tal o cual celebración.

Música, tal vez, gregoriana, empezó a sentirse De pronto, las mirada de todos se fijaron en el altar.

¿Dónde está el cordero para ser ofrecido a alguna deidad y su sangre a la muchedumbre rociar para expiación?

Todos sintieron en sus mentes una orden de atención. Se estrechaban entre sí, tal vez, para abrigarse mutuamente. A veces tinieblas, a veces ráfagas de luces de diferentes puntos.

Dedo índice del celebrante y su mirar lo siento hundirse en mi cráneo y como un rayo se posó en mi. Lo siente mi ser :“eres el elegido” Siempre con su índice, levemente lo inclina: “Te ha correspondido volver a tu origen”. Un fucilazo me invadió Una ola gigantesca de miradas me electrizó, penetrante en mi cuerpo y en mi alma. El purpurado brazo diestro y palma extendida: siento su mirar y de la muchedumbre, como un solo cuerpo en mi.

Cavilé un instante. ¿A dónde tengo que ir, lo manifesté al encoger mi hombros.

Con mis brazos y palmas extendidas al cielo ¿A dónde debo ir para vivir en mi morir. Tal vez impasibles, o lamentándolo se refleja en muchos rostros.

Tiembla mi cuerpo. Suspiro miedo.La música se hizo suave y celestial y a mis entrañas invadió. Hálitos de paz y serenidad fueron en mi.

Ya lo entiendo: tengo que emprender viajar más allá de mi ser corpóreo. Nuevamente el celebrante con un gesto y una sonrisa: me indicó el lugar que debía ocupar.

Lentamente, temblando. di unos pasos Una nube llegó a mis pies. Sudó mi frente y mis ventanas.

Tímidamente como abrasándome la multitud se iban congregando a mi alrededor.

Dispuesto y resignado, asentí con mi cuerpo.. Cabizbajo exhalé ausencia. Suda mi frente. Mis comisuras absorben salado Cerré mis ventanas sudorosas.

Arrodillado: levanté mis manos Es Luna llena y miro las estrellas Hundí mi barbilla en mi pecho y mi cráneo en la alba espuma helada.

Marasmo de impotencias me invade. Sí, ya lo entiendo: tengo que aceptar viajar más allá de mi vivir.

La muchedumbre inicia su regresar a sus mundos

Fijaron en mi los ojos de los celebrantes Brazos en mi pecho, luego extiendo mis brazos y queda unos instantes mi cuerpo en cruz.

Expresa mi rostro compungido: “Tengo baúles de soles, maletas cargadas de diferentes tierras y mochilas de andanzas por diversos caminos por sueños y realidades que llevar” ¿Tendré que llevarlas? o, ¿las dejo en mis construccioes de aciertos y desatinos? “Con nada llegaste a la Casa Tierra, nada llevarás”.

Grito ¡¿alguien puede ayudarme!?

Solo frente al Juez Supremo. Al otro lado de la floresta muralla celebran: canta, ríen y creo, danzan. Llamo, imploro No hay respuesta todo vuelve a mi ser.

¡Oh!, todos se han ido

Me repiten mi final. El mar, el cielo nuevo, esperan mi nuevo volar y sumergir.

¿Quién me esperará en otra montaña, en otro mar, en otro cielo?

Estoy listo…acepto Aprieto mis manos en mis rodillas

Levanto mis brazos al infinito Suplico… ¿¡es posible volver a mi guarida¡?

Muchas tareas que no he terminado Muchos afanes por continuar y construir Muchos clavos por hundir Mucha arcilla para modelar a mi Dios, y mis dioses terrenos.

Todavía quiero seguir caminando en empedrados, también por suaves céspedes. Quiero seguir construyendo sueños y trascender.

Ah!, en mi vergel: sembrar, regar y cosechar para los míos…También necesario eliminar las malezas y mis malezas.

Por favor… ¡No! No quiero abrazarme a mi alma. Me repiten decisión Suprema

Suave música en el éter Luego rítmico compás

Descubro entre la multitud a mi compañera Vida. La siento en mi ser. ¿Dónde has estado en mis más de 800 horas de mi sueño? ¿Por qué no llegaste antes? ¿Dónde te fuiste…? ¿Por qué me abandonas y te abandonas?, le pregunté con mi rostro.

¡Ah! en mi adormecimiento, te vi con tus ventanas humedecidas y enrojecidas Navegaste por cienos de incertidumbres. Caminaste por campos de abrojos, que laceraban tu cuerpo y tu alma. Cientos de noches no te entregaste al sueño y en tus amaneceres tu almohada humedecida siempre estaba. Así, entristecida. llorosa y débil fuiste a la montaña y tal como Moisés: suplicaste, imploraste, ¡me reclamaste!…

Vida insiste “nunca me he ido… te llevaron de mí para sanarte y no me permitieron acompañarte, porque podrías irte para siempre También han estado nuestros frutos, esperando por ti.

Cerré mis ojos. Miré al lugar de Vida… ¡no estaba! Pregunté y susurré en entre gélidas ventiscas. Impotente y angustiado le llamé. Recordé su mirar que decía: “Siempre he estado contigo.

Más le recordé: “sabes, que es mejor subir, sumergir y volar juntos. También, cuando en el océano sorteando olas en la pequeña profundidad y al emerger nos abrazamos y con un dulce beso en aguas saladas, sellamos nuestro mutuo amor,

¿A dónde se ha ido? Al cielo reclamé ¡Vida!, grité una y otra vez, Chocó mi súplica en las paredes naturales El eco lo repetía.

¡Entre suave llovizna… viene ella!: ¡VIDA! Brazos abierto, sonrisas. Corro, vuela, vuelo…Grita mi nombre Se funden nuestros cuerpos. Risas, llantos nos inundan

Nuevamente mi nombre y… entrecortadas palabras expresa: “Soy Vida a quien me suplicaron, imploraron y reclamaron para ti. Él te ha regresado…para ti para los tuyos…

En los últimos días del estío 2021, en Unidad de Tratamientos Intensivos, ángeles cubiertos su boca y nariz, me ofrecieron amorosas, las primera atenciones de recuperación.

         Hoy, cuando he rememorado este viaje de mi ser corpóreo, agradezco al Autor de la vida haya escuchado el clamor de mi reino y de cientos de humanos, que rogaron y reclamaron mi vuelta la vida y así entregar todo mi ser a quienes tanto amo…

En los últimos días del estío 2021, en Unidad de Tratamientos Intensivos, ángeles cubiertos su boca y nariz, me ofrecieron amorosas, las primera atenciones de recuperación.

         Hoy, cuando he rememorado este viaje de mi ser corpóreo, agradezco al Autor de la vida haya escuchado el clamor de mi reino y de cientos de humanos, que rogaron y reclamaron mi vuelta la vida y así entregar todo mi ser a quienes tanto amo…

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