CRÓNICA DE COSTA RICA
Por Víctor Rey Riquelme
Acabo de llegar desde Costa Rica. He visitado muchas veces este pequeño país de Centroamérica de 51 kilómetros cuadrados y de 5 millones de habitantes, en el Indice de Desarrollo Humano a nivel mundial ocupa elpuesto 69 y a nivel de América Latina el puesto 7.
Siempre me sigue sorprendiendo por la belleza de sus campos verdes, su cielo azul lleno de nubes blancas y el calor tropical de su tierra y su gente. Esto se aprecia inmediatamente cuando uno sale del aeropuerto Juan Santamaría.
Tienen mucho que compartir: sus parques nacionales; Manuel Antonio, Corcovado, Tortuguero, La Fortuna, Chirripo, Dominical, Monteverde. Sus playas, en especial de Guanacaste y del Caribe, Tamarindo, Sámara, Jacó, Santa Teresa, del Coco, Puntarenas, Carrillo, Cahuita, Puerto Viejo. Sus volcanes: el Arenal, Poas, Turrialba, Irazú, el Rincón de la Vieja. Sus museos: Nacional, de Arte Contemporáneo y Diseño, del Jade, de los Niños, del Oro, Ferroviario, del Banco Central. Parques y plazas: Central, Zoológico, Morazán, de La Democracia, de España, de La Merced, La Sabana. Estadios: Nacional, Ecológico, de Saprissa, de Alajuela, de Cartago.
San José no es una ciudad espectacular si la comparamos con otras ciudades de América Latina, llenas de plazas peatonales y casas encaladas. Esta es una ciudad en la que los hitos arquitectónicos – que los hay – aparecen dispersos entre grandes avenidas siempre llenas de bullicio y coches. Sin embargo, más allá de esa primera impresión, San José se revela como la ciudad más dinámica y avanzada del país, el mejor lugar para respirar la cultura tica.
A un costado del teatro y bajo la plaza de la Cultura se encuentra el Museo del Banco Central, que en realidad alberga tres en uno. Tiene una sección de arte contemporáneo con exposiciones temporales, el museo de la Numismática y – el más interesante – museo del Oro Precolombino. En este último se exhiben muchos ajuares funerarios y piezas encontradas en excavaciones fabricadas con oro puro: joyas, pectorales, amuletos, etc. La colección no es muy extensa pero incluye piezas de alto valor. Además tiene un criterio muy antropológico que complementa con reproducciones a escala de poblados y escenas cotidianas de los pueblos precolombinos de Centroamérica. Las principales arterias de la ciudad son estas dos avenidas paralelas. La Central está peatonalizada en buena parte y es el eje comercial por excelencia, lleno de gente y ambiente conforme avanza el día. En la Segunda se localiza la catedral, la plaza Central (que hace las veces de plaza Mayor en una ciudad que carece de ella) o la iglesia de San José, entre otros monumentos y edificios reseñables. Y no hay que olvidar la Fuente de la Hispanidad que es el lugar donde los ticos se reúnen para celebrar los triunfos deportivos y políticos.
El Mercado Central. Todo un ejemplo de continuidad, pues sigue en el mismo sitio donde fue fundado en 1880. De hecho se jactan de que en todo ese tiempo, si exceptuamos los domingos, solo se cerró un día: fue un lunes de 2015 para renovar el tendido eléctrico. Tiene puestos de frutas, verduras, carnes y pescados en los que se puede encontrar viandas locales: tamales asados y de maicena, cafés, bizcochos de queso, guanábanas y otras frutas tropicales de temporada, tiquizque, tacaco, especias, queso y otras delicias. Pero ofrece también numerosos restaurantes populares bajo su techo en los que se puede comer bien y barato cocina tica auténtica. Es famoso el Tala, una tasca con cero glamour pero donde sirve tortillas con gallo pinto y un huevo frito encima, envuelto todo en hoja de banano que quitan el hipo. En el mercado está también la Sorbetería de Lolo Mora, que lleva abierta desde 1901 y solo sirve helado de un mismo sabor: canela con vainilla.
En los barrios más modernos que rodean el centro histórico están surgiendo numerosos bares y restaurantes con diseño y producto mucho más vanguardista. Es la nueva ola de la cultura gastronómica tica, un soplo de aire fresco más allá del casado y el gallo pinto tradicional. Un ejemplo es La Cafeoteca (calle 31 esquina Avenida 5), restaurante y bar especializado en café donde cada taza se mima con desvelo (pesan los granos de café y el agua de cada servicio para que sepa siempre igual) y donde ofrecen variedades de las ocho regiones cafeteras del país, preparadas además con diversos tipos de cafeteras y métodos de filtrado. Para cenar recomiendo el restaurante del hotel Grano de Oro; no es barato para la media nacional pero tiene una cocina internacional y local exquisita y un servicio también por encima de la media nacional. Otro edificio interesante de conocer es el de Correos y Telégrafos ubicado en pleno centro.
En la Suiza Centroamericana, como la llaman, se aprende a respetar el medio ambiente. Allí se aprende a vivir respetando el entorno, mimetizándose con él. Es para amantes de los animales y de la naturaleza en estado virgen. La naturaleza es el personaje principal en este país. Es el primer país del continente americano, que ha prohibido la caza comercial y deportiva y también los zoológicos. Es un país tropical en el que se aglutina el 7% de la biodiversidad del mundo. En sus selvas húmedas conviven especies en libertad como monos aulladores, arañas de todo tipo, capuchinos, jaguares, pumas, caimanes, tucanes, papagayos, guatusas, mariposas gigantes de todos los colores y serpientes.
Dice una frase que leí por ahí: “Uno no es de donde nace, sino de donde quiere morir”. Yo cambiaría la última frase y diría: “Uno no es de donde nace, sino donde quiere vivir”. Y Costa Rica es una buena opción.NOTA
Tenenemos el privilegio de tener en nuestro grupo mariano schoenstattiano “Madrugadores”, al profesor-filósofo-, Víctor Rey Riquelme, que periódicamente, nos está entregando sus conocimiento y vivencias de sus periódicos viajes por América, sea por su condición de miembro fundador de la Comunidad de Reflexión y Espiritualidad Ecuménica (CREE). o por reuniones de la Red Global de Religiones a favor de la Niñez (GNRC); como también en su calidad de Director del Servicio de Estudios de la Realidad (SER)de la cual es Coordinador para Chile.Particularmente me asiste el mismo concepto y su gentileza de tenerlo por decirlo de alguna manera, como columnista de este espacio…