CAMINOS PARA CARRETAS

                                                       Por  Iván Contreras

                                Artista  Plástico Prof.Emérito U. de Concepción

Junto       al camino principal, que en el mejor de los casos estaba ripiado, va paralelo el camino de las carretas con el gran lomo de toro que se ha formado al medio entre las huellas tan hondas de las ruedas y sus llantas. Es vía obligada para
reservar el camino bueno para los coches de caballos y sus delicadas ruedas, y de uno que otro automóvil que por entonces transitaban hacia Purén o Lumaco.

La carreta llena, rueda por allí tirada por la yunta de claveles que marcan sus músculos en el esfuerzo que origina la pesada carga. ¡ Dando tumbos va la carreta ¡ A veces adelantábamos una caravana de ellas, llevaban el trigo, en sacos de 80 y 100 kilos, a la estación de ferrocarriles en donde se embarcaría hacia Talcahuano y desde allí a las salitreras del norte o quizás al Perú. Antes el cereal fue a California y Australia.  Otro destino era hacia los molinos de donde sale la harina cruda para la fabricación del pan en un país en que se  come mucho pan. Aunque parezca  poco creíble, el  trigo de las lomas de Malleco ha de
convertirse también en harina tostada que desde que llegó la primera semilla
complementa la alimentación de todos los chilenos.

 ¡ Dando tumbos va la carreta¡

                Por planicies, por subidas y bajadas va la caravana y sus carreteros,

a pie junto a los bueyes o montados en lo alto de la ruma de sacos

 y como acicate la garrocha y el grito;

 “ Tira y arrastra / hincha los lomos /

 Por el camino de carretas ven pasar el tiempo en su quehacer
campesino,  cubriendo las distancias. ¡Dando tumbos va la carreta ¡